19/6/11

Solucionado

Mira que nos gusta calentarnos la cabeza, buscarle tres pies al gato (o al Gatoto), sacar las cosas de quicio, ... con lo fácil que puede ser ir a lo práctico, ayudar y apoyar sin esperar nada a cambio, ser positivo y encontrar esa estupenda solución que a todos agrada y tan cerca está, aunque no la veamos a simple vista.

9/1/11

Obsolescencia programada

Parece ser que la moda de la compra compulsiva respaldada por la producción agresiva y sin límites empieza a hacer agua, despacio, pero, en definitiva, comienza a fallar. La realidad actual a la que hemos llevado a nuestro planeta y, con él, a la sociedad que lo habita, muestra que el ritmo de vida al que hemos estado acostumbrados en el mundo occidental toca a su fin. Una sociedad cuyo principal valor es la posesión física está condenada al fracaso, pasando, por supuesto, por el agotamiento de los pocos recursos disponibles en este mundo de todos.
La industria del siglo XX se ha basado en la obsolescencia, programada o no, para producir sin control y conseguir que renovemos con frecuencia pasmosa el "arsenal" del que disponemos (ropa, electrodomésticos, vehículos, herramientas, etc). Me parece pobre y erróneo el planteamiento de los empresarios que piensan que creando productos débiles y caducos prolongarán en el tiempo su actividad comercial cuando, por ejemplo, creando productos duraderos, a buen precio y bien publicitados, multiplicarían sus ventas y ganarían prestigio, pudiendo ampliar, así, su gama de productos con facilidad ¿quién no quiere tener algo que no se le vaya a romper en dos días?
A tenor de todo esto, os recomiendo que veáis el interesantísimo documental titulado "Comprar, tirar, comprar", dirigido por Cosima Dannoritzer y producido por Joán Úbeda, que versa sobre "La historia secreta de la obsolescencia programada", según especifican sus autores; Para más señas
http://www.rtve.es/television/documentales/comprar-tirar-comprar/.