No es la primera vez que se me rompe
el enganche de una de estas luminarias ¿podría considerarse un
ejemplo de “obsolescencia programada”? Yo creo que un poco sí.
Bueno, no me enrollaré. El caso es que, ha llegado el punto en el
que ya no me quedaba ninguna útil (con el enganche sano) y he tenido
que recurrir al bricolaje para poder salvar una de ellas.
Os
explico como lo he hecho. Ha sido tan sencillo como cortar una tira
de chapa de aluminio* de poco espesor (la tira ha de tener el ancho
justo del hueco que tiene la luminaria para el enganche) y doblarla
por la mitad, aplastando después el pliegue con uno o dos golpes de
martillo, dejando bien juntas las dos patas de la pieza. Con una
broca pequeña he hecho un agujero en la chapa, estando colocada en
la luminaria, dejando que penetre ligeramente en esta. Hay que tener
la precaución de sacar de la luminaria el circuito electrónico así
como las pilas antes de taladrarla, para evitar estropearlos. Luego
he afianzado la nueva pieza con un tornillo pequeño con rosca chapa.
Y, por último, he doblado en “V” la tira para poder engancharla
en la bici.
Si
no tenéis chapa de aluminio en casa también se podría recurrir a
otro metal maleable, como el de alguna lata de conservas, etc, pero
en ese caso tened cuidado con los bordes, por aquello de los cortes.
Como
habéis podido comprobar, este es un arreglo bastante económico,
tanto en tiempo como en dinero; esto me agrada bastante pero no tanto
como la satisfacción de no tener que tirar el aparato a la “basura”
para adquirir uno nuevo (aunque se pueda encontrar a la venta
bastante barato).
(*)
Aleación de aluminio.
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