24/7/19

Plásticos de verdad


Aunque, por desgracia, no es la primera vez que me topo con plásticos en el mar, mientras buceo, en esta ocasión me afectó mucho más porque se trataba de trozos más pequeños y estaban dispersos en una mayor extensión de agua. Mientras los peces se movían entre ellos, sorteándolos, a mi se me vino a la cabeza, enseguida, el reciente anuncio de una conocida marca de cervezas y pensé “No, no es ficción, es la cruda realidad. Están ahí, yo los estoy viendo y los estoy tocando. Son múltiples trozos de plástico real”.
Toca cambiar de hábitos, en todos los sentidos. Desechar productos fabricados con plásticos u otros materiales que, después de su vida útil, no se puedan devolver a la naturaleza sin contaminarla. Reducir el consumo, limitándolo a lo estrictamente necesario, para así reducir también la sobre-explotación de recursos terrestres.

23/7/19

Alternativas al Aire Acondicionado

Anoche, con mucho calor en Sevilla, caí en la cuenta de algo que se repite cada año cuando suben las temperaturas en nuestros pueblos, ciudades, ... Enseguida hacemos uso del aire acondicionado, beneficiándonos por un lado pero llenando las calles del insoportable calor que desprenden estos aparatos y que provoca un sobrecalentamiento del entorno; una pescadilla que se muerde la cola. En mi caso, recurro a él solo cuando habiendo agotado otras alternativas no consigo superar el malestar. Los días de calor hago todo lo posible por reducir la ingesta de calorías innecesarias y me ducho con agua fría (incluso para irme a la cama por la noche). Creo que el decrecimiento, que pasa también por alimentarnos solamente con lo necesario para nuestro cuerpo/salud y reducir el consumo energético, está directamente relacionado con la filosofía #CeroBasura o #ZeroWaste.

28/6/19

Toallitas de papel

En los aseos de mi trabajo usamos toallitas de papel para secarnos las manos después de lavarlas. En su día pensé que, como se trataba de hojas delgadas, podría secarlas facilmente despues de usarlas, siempre y cuando solo las hubiera utilizado para secarme las manos ya limpias, por cuestiones básicas de higiene. Así lo estoy haciendo desde entonces. Las toallitas recien usadas las extiendo sobre una zona plana y en cuestión de pocos minutos ya están secas. Luego las doblo y les coloco un pisapapeles encima. Después de unas horas (intento dejarlas prensadas más de un día para asegurar el plegado) ya están listas para ser reutilizadas (por mi solo, por supuesto; no me parece buena idea compartirlas con nadie más porque, bueno, por muy bien que crea yo que me he lavado las manos con jabón siempre puede quedar algún minúsculo gérmen y no es plan propagarlo de esta manera).

Mientras escribía este post, he pensado que la semana que viene, me llevaré una toallita de tela al trabajo. Intentaré que sea de poco espesor para que se seque rápido y no genere así bacterias. Haré la prueba a ver que tal. He de encontrar, eso si, un lugar discreto donde ponerla a secar, no vaya a ser que, en mi ánimo de "salvar el planeta"😉 me llamen la atención y se vaya el plan al garete. Si consigo que funcione esta nueva idea, habré dado otro pasito personal por el camino de la sostenibilidad y el respeto al Medio Ambiente 💚.

16/5/19

Reparación Chancla Crocband Flip U, de Crocs

Cinco años me han durado sanas, a pesar de la "mala" vida que les he dado. Los primeros días tuve algo de más miramiento con ellas pero pasados pocos meses, una vez que comprobé su gran resistencia, ya empecé a meterlas por todo tipo de terrenos, sometiéndolas a diversas condiciones (agua dulce, agua clorada, agua salada, sol, etc). Llegados a este punto, creo que las he amortizado de sobra, pero eso no quiere decir que sea el momento de despedirlas aunque a una de ellas se le haya roto una parte importante, esa que separa el dedo gordo del resto y te ayuda a mantener sujeta la chancla. Aprovecho para hacer un inciso dirigido al fabricante: elaboren con otro tip de material más resistente esa parte de la chancla porque su rotura inesperada puede ocasionar un accidente al usuario. En mi caso, poco me faltó para caerme rodando por las escaleras después de que se rompiera de golpe y sin previo aviso alguno de rotura (al menos, apreciable).

Bueno, volviendo al lugar donde estaba, creo que es posible darle algún año más de vida, en beneficio del Medio Ambiente y, por qué no, de mi cartera también.

He valorado distintas opciones de arreglo pero al estar fabricadas con Croslite, un tipo de PCCR (resina de celulosa cerrada patentada), es complicado el uso de adhesivos así que he optado por una solución sencilla y, de paso, reutilizando un producto que estaba destinado al reciclaje.

He echado mano de unos restos de microtubería de riego de diámetro 5mm y de una cuerda de poliester que he usado de alma resistente para el microtubo (foto 2).

He eliminado la pieza rota de la chancla, cortándola con un cúter y he taladrado en esa zona de la misma con una broca diámetro 5mm (foto 1).
He anudado un extremo del microtubo armado ya con la cuerda y he introducido el extremo libre por el orificio que había en la suela de la chancla (foto 3). Luego lo he pasado por el taladro y realizado un segundo nudo bien fuerte, después he cortado la parte sobrante detrás del nudo (foto 4).
Como el microtubo que he utilizado está fabricado con polietileno (PE) me garantizo la resistencia a la intemperie y creo que también al rozamiento.

Llevo ya varios días usándolas y aún se mantiene firme el arreglo. Espero que me duren mucho más ya que el resto de las chanclas está en buen estado.

Tal vez la nueva estética de la chancla reparada no sea demasiado atractiva pero no me va a importar, al menos mientras se sigan vendiendo pantalones vaqueros despintados y con agujeros por todos lados y sean socialmente muy bien aceptados.

Muchas gracias por vuestro interés en este blog. Un abrazo.